Los mejores miradores de Cusco para ver la ciudad
Introduccion
Cusco, una ciudad de gran altitud en los Andes peruanos, es conocida por
su rica historia y una de las mejores maneras de apreciar su
majestuosidad es a través de sus miradores. Estos puntos elevados ofrecen
vistas panorámicas inigualables de la ciudad, sus tejados, sus
iglesias centenarias y las montañas que la abrazan.
Los miradores de Cusco son más que simples puntos de observación; son
espacios que cuentan una historia y que ademas, están ubicados en barrios históricos
ofreciendo una perspectiva única.
1. Mirador de
San Cristóbal
Este es uno de los puntos más emblemáticos de Cusco para
disfrutar de una vista panorámica inigualable. Ubicado en el
histórico barrio inca de Qolqampata, muy cerca de la fortaleza
de Sacsayhuamán, este mirador te ofrece la postal perfecta de la Plaza
de Armas de Cusco y el impresionante paisaje andino.
Junto al mirador, encontrarás la Iglesia de San Cristóbal que
fue construida en el siglo XVI por Cristóbal Paullu Inca, hijo del emperador inca Huayna Cápac.
Esta iglesia destaca por su campanario y su vista 360° por
un costo de solo 5 soles. Desde ahí, podrás apreciar la
magnífica arquitectura colonial de Cusco y la majestuosidad de
las montañas andinas que la rodean, haciendo de esta una parada obligatoria en
tu viaje a Cusco.
· Cómo
Llegar
Llegar al Mirador de San Cristóbal es muy sencillo ya
sea a pie o en taxi, puedes llegar al mirador en solo 15 minutos desde la Plaza
de Armas de Cusco. Sigue la calle Cuesta del Almirante en dirección al
Colegio San Francisco de Borja, pasa por el Museo Inka y sube
las gradas que te llevan a la calle La Resbalosa. Desde allí, la
vista panorámica te estará esperando.
Si prefieres ahorrar tiempo y energía, un taxi es la mejor opción. El
viaje desde la Plaza de Armas te costará entre 5 y 10 soles.
· Recomendaciones
El mejor momento para visitar el mirador es al amanecer o al atardecer,
cuando la luz es perfecta para destacar la belleza de la ciudad.
2. Mirador de
san Blas
El Mirador de San Blas es un destino ideal para
aquellos que buscan una vista impresionante. Ubicado en el corazón del barrio
de San Blas, uno de los más antiguos y tradicionales de Cusco,
este mirador ofrece una perspectiva única.
El barrio toma su nombre de la Iglesia de San Blas, una joya
del siglo XVI construida sobre el antiguo barrio inca llamado T’oqokachi. Al subir, te
encontrarás con una vista que te dejará sin aliento: los tejados,
las torres de las iglesias coloniales y la inmensa majestuosidad de los Andes.
La vista es especialmente mágica al atardecer, cuando el cielo se tiñe
de tonos anaranjados y dorados, pintando un cuadro perfecto sobre la ciudad. Sin duda, el Mirador de San Blas es el lugar perfecto
para apreciar la arquitectura colonial del Cusco.
· Como
llegar
El recorrido dura aproximadamente 10 a 20 minutos y,
aunque es una subida empinada, es una caminata corta y accesible.
Desde la Plaza de Armas, dirígete a la calle Triunfo y
continua hasta llegar a la Calle Hatun Rumiyoc, donde podrás ver la
impresionante Piedra de los 12 Ángulos. Continúa subiendo hasta llegar a la
cuesta de San Blas, una vez subas la cuesta encontrarás la plazoleta y las
calles estrechas que caracterizan a este barrio, luego dirígete a la calle
Tandapata desde aquí podrás observar unas gradas que te llevaran directamente
al mirador ¡El esfuerzo que hagas valdrá la pena!
También puedes tomar un taxi que te lleve hasta la plazoleta de San
Blas. Y continuar con el recorrido que te recomendamos.
· Recomendaciones
Disfruta de la gastronomía local que te ofrecen los restaurantes que se
encuentran en los alrededores del mirador puedes encontrar desde platos típicos
hasta platos de la gastronomía clásica.
3. Mirador de
Cristo Blanco
Este mirador es una parada obligatoria para todo aquel que visite el
Cusco; se encuentra en la cima de Pukamoqo (“cerro
rojo”) y a pocos pasos del impresionante complejo arqueológico de Sacsayhuamán.
Su principal atractivo es la estatua del Cristo Blanco de 10 metros de
altura, construida en 1945 por artista cusqueño Francisco Olazo y donada
a la ciudad por la colonia árabe-palestina residente en Cusco como un
símbolo de paz y gratitud. Este monumento se puede observar desde cualquier
lugar del centro histórico y es un punto de referencia visible, especialmente
por la noche cuando está iluminada.
Desde este mirador, la vista es espectacular y se puede apreciar la
totalidad de la ciudad en especial los barrios de San Blas, San Cristobal y el
Centro Histórico del Cusco.
· Como
llegar
Si disfrutas de una caminata, puedes ascender desde la Plaza de Armas a
una subida empinada que toma aproximadamente 30 minutos. La ruta
más común es subir por el barrio de San Blas hasta la fortaleza de
Sacsayhuamán, y desde allí caminar unos pocos metros hasta el mirador.
La opción más rápida y cómoda es tomar un taxi desde el centro de Cusco
que te llevará directamente al mirador en unos 15 minutos con
un costo aproximado de 10 a 15 soles.
Muchos tours por la ciudad de Cusco incluyen el “Mirabus” que tiene como
parada el Cristo Blanco. Es una forma práctica de visitarlo junto con otros
atractivos cercanos.
· Recomendaciones
El lugar es especialmente popular para ver el atardecer, cuando los
colores del cielo se mezclan con la iluminación de la ciudad. También se
recomienda llevar casacas cortavientos.
4. Mirador del
monumento al Inca Pachacutec
Ubicado estratégicamente en el Óvalo de Pachacútec, este
monumento se ha convertido en uno de los puntos más emblemáticos del Cusco
contemporáneo.
El monumento incluye una torre de 22.4 metros de altura, en la cima de
esta se encuentra la estatua de bronce de Pachacútec de 11.5 m,
el noveno inca y uno de los más importantes de la historia. Conocido como el
"transformador del mundo" y fue quien expandió el Imperio Incaico a
su máximo esplendor. Esta escultura fue construida por el escultor Fausto
Espinoza Farfán en 1991.
Desde aquí, podrás apreciar la extensión del Cusco moderno, es el lugar
perfecto para tomar fotografías.
La base alberga un pequeño museo que narra la vida y obra del inca
Pachacútec, aquí encontrarás maquetas, ilustraciones y objetos que te
permitirán entender la magnitud de este personaje histórico.
· Cómo
Llegar
Desde la Plaza de Armas, toma la Av. El Sol y camina recto. Es un
recorrido de aproximadamente 20 a 30 minutos, dependiendo de tu ritmo.
Otra opción que es mas rápida y cómoda si no quieres caminar es tomar un
taxi que te costara alrededor de 7 soles.
· Recomendaciones
El museo suele estar abierto de 9 a.m. a 5 p.m. El precio es de 2 soles
y varia para visitantes nacionales y extranjeros; también puede estar incluido
en tu Boleto Turístico. Asegúrate de llevar efectivo, aunque algunos lugares ya
aceptan tarjetas.
5. Mirador de
Santa Ana
El principal atractivo del barrio es, sin duda, su mirador.
Situado en la misma Plazoleta de Santa Ana, junto a la iglesia.
Desde este punto, puedes observar una vista de 180 grados de
sus calles, las principales iglesias coloniales, y las majestuosas montañas que
enmarcan el valle. Es un lugar perfecto para tomar fotografías y simplemente
sentarse a contemplar el paisaje.
Muchos visitantes eligen caminar hasta el mirador al atardecer para
ver cómo la luz del sol se despide de la ciudad, tiñendo el cielo de tonos
dorados y naranjas, y cómo, poco a poco, las luces de las casas y las calles se
encienden, transformando el paisaje en una vista nocturna inolvidable. El
acceso al mirador es libre y gratuito, y es un excelente lugar para
escapar del ajetreo del centro y disfrutar de un momento de paz.
· Cómo
Llegar
Desde la Plaza de Armas la caminata dura aproximadamente entre 20 y 30
minutos. El trayecto es cuesta arriba, así que tómalo con calma. La ruta común
es: Ir por la calle Plateros, continúar por Siete Cuartones, girar a la derecha
en la calle Méloc, subir por la Cuesta de Santa Ana, pasarás por el Arco de
Santa Ana y llegarás a la Plazoleta de Santa Ana, donde se encuentra el
mirador.
Si prefieres evitar la subida a pie o si tu hotel está lejos, el taxi es
una opción rápida y cómoda.
· Recomendaciones
La caminata, aunque en subida, te permite explorar las calles empinadas
y pintorescas del tradicional barrio de Santa Ana. No es solo un trayecto, es
parte de la aventura y te da una visión más auténtica de la vida local.
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